martes, 26 de agosto de 2014

¿Qué hay tras el ‘milagro Japonés?


EN EL patio de las escuelas y a la entrada de las fábricas del Japón se ve generalmente la estatua de un muchachito con unos leños a la espalda y un libro en la mano. Ninomiya Sontoku es el “Campesino Sabio del Japón” del siglo XIX. Nació de una familia pobre de granjeros, y aprendió a leer y escribir por sí mismo. Después de tener éxito en la granja de su familia, enseñó a otros a administrar sus propias granjas y finanzas y a cooperar entre sí para el beneficio mutuo. Llegó a ser el símbolo del éxito que se logra por medio del trabajo duro y la cooperación.
Por supuesto, otros países tienen sus propias versiones de muchachitos pobres que triunfaron en la vida como héroes. Pero quizás ninguna de ellas pueda compararse con la de Ninomiya en lo que tiene que ver con la influencia que ha ejercido en moldear los valores culturales y sociales de los japoneses... su implacable ética de trabajo, su capacidad de aguantar las más severas limitaciones y su buena disposición de hacer los sacrificios personales que sean necesarios para el bien de todos. En el carácter de Ninomiya, quizás más que en cualquier otra cosa, podemos percibir exactamente lo que hay tras el milagro japonés de la actualidad.

Formación desde temprana edad
Empezando en el hogar, cada miembro de la familia japonesa ocupa un lugar bien definido. Los hijos más jóvenes no se dirigen a sus hermanos por nombre, sino que los llaman “hermano mayor” o “hermana mayor”. Al contestar la pregunta: “Hermano mayor, ¿qué opina usted de esto?”, el hermano mayor habla con un aire de superioridad a los más jóvenes, a la vez que se dirige a ellos por nombre y emplea una forma familiar y menos cortés del pronombre “usted”. Al dirigirse a su esposa, el esposo puede escoger de entre una variedad de términos, ninguno de los cuales parece lisonjero al oído occidental. La esposa, en cambio, se dirige a su esposo respetuosamente y lo llama “mi señor”. Así, desde la infancia, a cada cual se le hace reconocer su lugar en el grupo, y se espera que cada uno contribuya al bienestar de todos desempeñando su papel asignado.


Educación en mostrar conformidad



Este concepto es reforzado cuando uno empieza a asistir a la escuela. En ella, de nuevo, se da énfasis a la actitud de conformidad y a los valores de grupo. Los estudiantes llevan uniformes en la escuela. Para que los estudiantes cultiven una conciencia de grupo, se les asignan tareas, que incluyen el mantener limpios y ordenados las aulas de clase, los pasillos y el patio de la escuela. El sistema escolar japonés es bien conocido por sus normas rígidas y exigentes. Hay pocas asignaturas voluntarias en el programa de estudios, y se espera que cada alumno de la clase haga cuanto pueda por mantenerse al ritmo de los demás. Se ha señalado a menudo que, para los japoneses, la educación es básicamente el proceso mediante el cual el profesor imparte conocimiento y los estudiantes lo absorben, casi siempre de manera maquinal. No se estimula la individualidad ni el modo de pensar original.

Los primeros nueve años de escuela, los de la primaria y la intermedia, son obligatorios. Pero el consenso general entre los japoneses es que el matricularse en la escuela secundaria apropiada y en la universidad apropiada resulta en un buen empleo, seguridad y éxito. “En el Japón, gran parte del éxito que uno tenga en la vida depende de la universidad a que uno haya asistido —dijo el asistente del director de una escuela—. Éste es un pasaporte del que uno tiene que hacerse, y la carrera para conseguirlo empieza a temprana edad.”
La “carrera” consiste en aprobar los difíciles exámenes de admisión a las escuelas secundarias selectas, las cuales, a su vez, preparan a uno para los exámenes de admisión a las universidades deseadas, los cuales son aun más difíciles que los anteriores. La competencia en estos exámenes es tan reñida que, además de completar el año escolar, que en sí ya es largo —240 días escolares, en comparación con solo 180 días en los Estados Unidos—, más de la mitad de los alumnos de las escuelas primarias e intermedias se matriculan en escuelas donde se dan cursos intensivos después del horario escolar regular. No es poco común, aun en esta etapa temprana, hacer sacrificios personales y dedicar muchas horas al estudio arduo.
La tarea de asegurarse de que a cada paso los hijos hagan lo que se espera de ellos recae principalmente sobre la madre, quien tiene la responsabilidad de obligar, persuadir, amonestar o hasta amenazar a sus hijos para que estudien con ahínco. En japonés, se la llama afectuosamente kyoiku mama (mamá de la educación). Ella va a la escuela para tomar parte en los períodos de observación para padres, considera con los profesores el progreso de sus hijos, examina los resultados de los exámenes que han tomado sus hijos y su boletín o tarjeta de calificaciones, y hasta asiste por ellos a las clases cuando están enfermos. Hace todo esto para asegurarse de que sus hijos salgan bien en los exámenes de oposición.

¿Qué hay si un alumno no llega a estar a la altura de lo que se espera de él? Se requiere que el alumno se haga una autocrítica. Quizás tenga que hacerla en forma de composición o en forma de discurso pronunciado ante la clase. Tiene que confesar sus faltas, la razón de éstas, y lo que piensa hacer para remediar la situación. Periódicamente se requiere que los padres llenen cuestionarios que contienen preguntas en cuanto a lo que hacen sus hijos fuera de la escuela, sus hábitos de alimentación, sus buenas y sus malas cualidades, y otros asuntos privados acerca de la vida familiar. Se opina que dicha franqueza ayuda a contrarrestar cualquier tendencia hacia la falta de conformidad. Esto, a su vez, resulta en que a ellos se les haga más fácil cooperar con otros más tarde en la vida.

Un sistema tan rígido tiene obviamente sus ventajas y sus desventajas. Entre las ventajas, produce jóvenes que tienen un alto grado de aptitud en la lectura, la escritura, las matemáticas y otras destrezas fundamentales. “El sistema educativo [del Japón] ha elevado la calidad del conocimiento de gran parte de la población a niveles que no se han alcanzado en otros lugares”, dice Far Eastern Economic Review, y a esta “calidad superior de sus recursos humanos” se puede atribuir en gran medida el éxito económico de después de la II Guerra Mundial. Por otro lado, el vivo deseo de conformarse, de tener éxito y de mantenerse al paso ha creado un ambiente de mucha presión para los estudiantes menos dotados. La frustración reprimida ha resultado en suicidios y arrebatos de violencia en las escuelas. Estos sucesos lamentables han aparecido de vez en cuando en primera plana.


La universidad y más allá



Es irónico, pero una vez que el estudiante se matricula en la universidad, ya no se le presiona. Los empresarios más deseables —agencias gubernamentales de prestigio y grandes corporaciones— evalúan generalmente a los solicitantes de acuerdo con la universidad a que fueron admitidos, más bien que de acuerdo con sus calificaciones universitarias, con tal que se hayan graduado. Una vez que se les contrata, se les considera materia prima, es decir, personas a las que hay que moldear, entrenar y educar de nuevo, conforme a los objetivos de la compañía.

No obstante, la reeducación no se limita tan solo a los nuevos empleados. Las compañías grandes, puesto que están conscientes de los cambios que se están efectuando rápidamente en los campos de la tecnología, gastan grandes sumas de dinero para proporcionar a sus empleados una educación continua durante toda su carrera. Los empleados se hacen más útiles a la compañía, y ésta logra mantenerse al día con los últimos cambios habidos en la tecnología, que sigue avanzando.
Esto explica en parte la razón por la cual la mayoría de los japoneses trabajan para la misma compañía toda su vida. Si renuncian a su empleo, es poco probable que consigan trabajo en otro lugar. Las compañías contratan a sus nuevos miembros de entre los estudiantes de las universidades y de las escuelas superiores, no de entre los empleados de otras compañías. ¿Por qué emplear a alguien que haya dejado su trabajo, si hay suficientes jóvenes recién graduados que están deseosos de encontrar un empleo en que puedan trabajar por toda la vida? En el Japón, es poco probable que la situación de una persona mejore al cambiar de trabajo, por descontenta que esté con el trabajo que tiene actualmente. En este país, la vida es amarga para el que abandona lo que ha emprendido. El modelo que se acepta es el de una sola escuela secundaria, una sola universidad, una sola compañía.

lunes, 18 de agosto de 2014

Toyota Production System - 5S Just, Just in Time, Kaizen

Uno de los lemas de Toyota es...Nada le pasa, cuando uno observa, la calidad y robustez de un Toyota, inmediatamente concluye el que es un producto de calidad, un producto fuerte que proviene de un proceso riguroso, donde la disciplina de los japoneses queda por encima de muchos otros procesos, uno de ellos el Just in Time, la excelencia del sistema TPS ( Toyota production System ) nos hace entender que aún hay mucho por trabajar, no importa el tipo de empresa en la que estemos laborando, aprender de otros es algo obligatorio, si lo que otros hacen y lo hacen bien, entonces podremos concluir que copiar y pegar no es un pecado.






        

People resist change...Why?

Existen muchas clases de personas en una organización, existen los que se atreven a cambiar y los que se resisten a los cambios, dadas las circunstancias del entorno industrial, muchos Gerentes ven caer sus ventas, pierden importantes clientes, hasta ven cerrar sus empresas, muchas de las cuales en el pasado, gozaron de amplia aceptación.
cuando uno se pregunta Porqué? Indiscutiblemente encontrará muchas respuestas, más hay una de las tantas respuestas que quizás lleguen a la causa raíz del problema " La resistencia al cambio", está se presenta desde la misma dirección hasta el empleado con menor rango en la cadena productiva.
pero cómo no todo está pérdido, adjunto este video, que quizás permita iniciar un proceso de cambio en su organización, instituto, universidad o hasta en su vida.

muchas gracias por sus comentarios,.





   

Las Cinco S y Los Siete Desperdicios

Las Cinco S una matodología a implementa en cualquier proceso, si tan solo en las empresas, se implementara con rigor las primeras 3 S ( Separar, ordenar, limpiar ) se mejorarian los procesos y se reduciría  enormemente muchas pérdidas en los procesos.

Muchas empresas permanencen en el mercado integrando esta metodología a su entorno productivo, otras por lo contrario se resisten al cambio y gracias a la falta de compromiso de todos desde la administración hasta el operario ven cada día como se pierde mas representación en el mercado hasta que sencillamente salen del medio.

Adjunto el video y comparto completamente este mensaje